diciembre 09, 2005

Karma.

Me volví a encontrar con él en la primera reunión de apoderados. Para mí era la más importante en la vida de mi primer hijo -Octavio- ya que era su primera entrega de notas. Mis otros dos retoños estaban aún en el jardín, asi es que yo me sentía como en su titulación de la universidad.

Al principio no lo reconocí, además que su apellido es bastante común y podía tratarse de cualquier persona. Sólo cuando la profesora -o "miss" como le dice Octavio- lo nombró me di cuenta que era él. Le tuve lástima nuevamente, porque a pesar de todo el daño que me había hecho hacía bastantes años, en el fondo yo sabía que era un hombre enfermo del alma y por eso nunca lo pude odiar.

Supuse que le había ido bastante bien en su vida laboral, porque no cualquier persona tenía acceso al colegio. Me fijé que no usaba argolla matrimonial. Se le veía cansado, nervioso, y, a pesar de su traje caro, desgreñado.

Me acordé de nuestro matrimonio, de lo infeliz que me hizo, de la risa que me causaban todas sus acciones de enfermo mental o sicótico. La gente en aquella época se sorprendía porque yo no viví "un duelo"; no daba explicaciones, pero la razón era que lo había dejado de querer hacía tanto tiempo, que la separación para mí fue un alivio.

Mirándolo actuar frente a mí como supuse que lo haría (no sabía si se sentía culpable o sólo seguía siendo el mismo cobarde) me acordé de todas las veces que yo pensaba en este encuentro y las cosas que le diría, pero vi en sus ojos que se había convertido en lo que yo siempre supuse: un pobre hombre, sin alma, sin familia, sin amor.

En el estacionamiento del colegio me esperaban mis cuatro hombres: el gringo loco (así llamaban a mi marido nuestros amigos) y mis tres hijos.

- That guy, was he your ex husband, the crazy one?
- Who cares!

Le di un beso en la boca a manera de saludo y nos fuimos a nuestro hogar.

2 comentarios:

jarenas dijo...

No se, sentirse bien por lo mal que se ve el otro, lo veo como una manera pendeja de odio. No conozco la historia pero lo que por lo que leí lo veo así.

Ahora escribo sin mayúsculas.

Suerte

jarenas dijo...

Bueno, esa es la clave de una historia o un cuento, que el lector se la crea (compre la pomada) y opine al respecto.

Estoy flojo por mi trabajo, ya que estoy concentrado meramente en mi pega, que no es ninguna maravilla pero tengo que mantenerme en ella pues la competencia es dura y tras de mi hay 20 o mas con ganas de ocupar mi puesto. Soy Ing. Agrónomo y trabajo en producción de semillas, a modo de ejemplo va mi horario de lunes a lunes de 7 de la mañana (salgo de la casa) hasta las 9 de la noche (llego).

Suerte