noviembre 24, 2005

Pablo Neruda para todos II

Como soy cabeza dura, quiero que todos terminen amando a Neftalí tal como yo lo hago. Pero de manera educativa. Esta vez escogí el poema "No me pregunten", de Estravagario.

Lo escogí por varias razones. La primera es para que vean la diferencia entre el Poema 5, que Neruda publicó el año 1924, y éste, que es del año 1958. Segundo, es mi poema favorito de tristeza, cuando me siento muy triste. Así como la canción Why? de Annie Lennox.

Tengo el corazón pesado
con tantas cosas que conozco,
es como si llevara piedras
desmesuradas en un saco,
o la lluvia hubiera caído,
sin descansar, en mi memoria.

Así comienza este poema. Para la gente que no le gusta la poesía porque no la entiende (cosa para nada objetable) quisiera explicarles la figura de la lluvia. ¿Se acuerdan de ese mito urbano, de un castigo chino que hacían que te cayera una gota de agua en la frente? Bueno, es la tristeza inacabable.

No me pregunten por aquello.
No sé de lo que están hablando.

No supe yo lo que pasó.

En estos versos yo leo la angustia, de esas veces que uno está tan remal que no quiere nada con nadie. Sólo acostarse y llorar.

Los otros tampoco sabían
y así anduve de niebla en niebla
pensando que nada pasaba,
buscando frutas en las calles,
pensamientos en las praderas
y el resultado es el siguiente:
que todos tenían razón
y yo dormía mientras tanto.
Por eso agreguen a mi pecho
no sólo piedras sino sombra,
no sólo sombra sino sangre.

Continúa la tristeza, pero en su grado máximo: el alma del poeta, aparte de estar apesadumbrado (las piedras), está desconsolado (sombra) y sufriendo (sangre).

Así son las cosa, muchacho,
y así también no son las cosas,
porque, a pesar de todo, vivo,
y mi salud es excelente,
me crecen el alma y las uñas,
ando por las peluquerías,
voy y vengo de las fronteras,
reclamo y marco posiciones,
pero si quieren saber más
se confunden mis derroteros
y si oyen ladrar la tristeza
cerca de mi casa, es mentira:
el tiempo claro es el amor,
el tiempo perdido es el llanto.

En esta parte del poema el hablante (¡puta que me puse catedrática!) intenta decirnos lo que todos nos decimos todos los días: la vida continúa. De hecho yo siempre uso la frase, en adaptación libre por supuesto, "así son las cosas, y así no son las cosas".

Así, pues, de lo que recuerdo
y de lo que no tengo memoria,
de lo que sé y de lo que supe,
de lo que perdí en el camino
entre tantas cosas perdidas,
de los muertos que no me oyeron
y que tal vez quisieron verme,
mejor no me pregunten nada:
toquen aquí, sobre el chaleco,
y verán cómo me palpita
un saco de piedras oscuras.

Con estos últimos versos si que me tengo que tomar un Valpax. ¿Se imaginan tener el corazón, el alma, como un saco de piedras oscuras?

Hay veces que uno tiene ganas de responder al clásico ¿cómo estai? con un No me pregunten.

Este es mi umirde aporte a la curtura bloguera.

Yao nos vemos.

5 comentarios:

Unknown dijo...

aprendo a leer con usted...

Pablillous dijo...

Neruda hay solo uno, me matan sus poemas sobre China...


besos

Jose Zuleta dijo...

Neruda es de nosotros... "La poesía no es de quén la escribe, si no del que la usa"; eso le dijo Mario a Neruda en Ardiente Paciencia, en El Cartero... yo le creo...

Clayton, una vez fui pingüino dijo...

que será, algunos días me llegan y otros paso de largo... creo que mi recepción de la poesía va de acuerdo a mi estado de ánimo... hoy no me acompañó.

Un abrazo Canifrú.
¿va bajando la dosis del ansiolítico o aún no?

SERGINHO® dijo...

se felicita por su campaña pro neruda..

ademas por su fotografia...

estas bien? .. ahh y RIASE... le hara bien..

cariños¡¡